Cambiar tu alimentación y decidir llevar a cabo una dieta cetogénica (keto) tiene muchísimos beneficios. Uno de los que destacan y han hecho a este tipo de alimentación tan popular es la pérdida de peso, y sobre todo de grasa corporal que se logra. Se ha observado que, además de la utilización de grasa de “almacén”, ayuda a reducir significativamente el apetito, lo que coadyuva a la pérdida de peso.

Si ves a tu cuerpo como una fogata, imagina la grasa como grandes troncos que puedes prender por toda la noche, y los carbohidratos como hoja seca que dan mucha energía rápidamente pero también rápidamente se termina y tienes que buscar más.

Algo así es lo que la dieta keto puede hacer en tu cuerpo. Tu cuerpo está acostumbrado generalmente a consumir altas cantidades de “hojas secas” (carbohidratos) que al ser usado fácilmente tienes la sensación de tener que rellenar cada poco tiempo, la dieta keto representa un cambio total de combustible, donde se usan la grasa almacenada de tu cuerpo la cual puede darte energía por periodos muy prolongados (troncos). Esa utilización de tus propias reservas de grasa que se traducen en una pérdida de peso, aunque uno de los beneficios favoritos de quienes deciden cambiar su alimentación, es sólo uno más de tantos que ofrece este tipo de dieta.

Entre la pérdida de grasa corporal, el elevado nivel de energía y la disminución de carbohidrato en la dieta; otro de los más grandes beneficios sería un mejor control de la glucosa (azúcar) en sangre y mejor tolerancia a la insulina. Esto es de gran ayuda para personas que sufren de diabetes tipo II, resistencia a la insulina y algunos otros trastornos metabólicos muy frecuentes actualmente secundarios a una dieta alta en carbohidratos simples como harinas y azúcares, poca actividad física y/o poca masa muscular.

También mejora los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, contrario a lo que antes se creía respecto a un mayor consumo de grasas en la dieta.

Un “síntoma” bastante agradable adicional de llevar este estilo de alimentación es el alto nivel de energía y concentración o enfoque que quienes la llevan a cabo experimentan. Esto es debido a que tenemos suficiente grasa de reserva en el cuerpo, que va aprendiendo a utilizar toda esa energía con mayor eficacia.

Se ha visto también que la dieta keto ayuda a tratar padecimientos como epilepsia, alzheimer, acné, cardiopatías, algunas lesiones cerebrales, síndrome de ovario poliquístico, e incluso algunos tipos de cáncer.

No queremos decir que sea la única vía para llevar una vida más saludable, pero estamos seguros que en muchos casos puede cambiarte la perspectiva, que aprenderás muchísimo y conocerás mejor a tu cuerpo y que probablemente, te vas a sentir mejor que nunca.